Deontologia
Essay by estrategia • October 14, 2016 • Book/Movie Report • 1,214 Words (5 Pages) • 961 Views
DEONTOLOGÍA
¿Cuál es el valor de una ilusión perdida? En ocasiones más del que parece.
Juan y Laura son una pareja de recién casados, jóvenes pero constantes en su trabajo las cosas les han ido bien. Comenzar en un lugar de trabajo propicio e ir subiendo escalones en la pirámide de poder es una cosa que no se consigue más que con esfuerzo, tenacidad y trabajo, además sería injusto no mencionar la suerte de sus vidas. A veces estar situado en un lugar en el momento preciso es un factor importante para el buen desarrollo de la vida. Bueno, como iba diciendo, hoy en día solo los más afortunados pueden darse el placer de comprarse una casa, y este era el caso de Juan y Laura, tras muchas noches de cálculos y presupuestos, decidieron embarcarse en la gran aventura, ya que no sólo iban a comprase una casa, sino que, ésta iba a ser encargado a un arquitecto conocido de los padres de ella, Pedrito, hijo de la vecina de enfrente del pueblo, vamos de toda la vida. La ilusión rebosaba por todas partes, iban a tener la casa de sus sueños, y todo parecía tan fácil y próximo…
Las condiciones requeridas por ellos para su casa ideal tampoco eran demasiadas, ya que disponían de un terreno heredado hace un tiempo era una cosa menos de la que se tenían que preocupar. La base existía, luego solo faltaba culminar ese trocito de parcela tan perfecta y simétrica que parecía que nada malo podía hacerse en ella.
Una de las condiciones de Juan, era simple, quería que un trocito de parcela se reservase para un pequeño jardín, donde los niños podrían jugar tranquilamente sin preocuparse de los peligros de los coches de los caminos cercanos. ( En realidad ponía de excusa los niños, pero ambos sabían que él deseaba un jardín para sus largas siestas de verano y las grandes cenas con los amigos). No quería nada complicado, simplemente un trozo de hierba dónde poner unas cuantas hamacas, y un porche donde resguardarse las frías noches de verano. Lo que pedía Laura era algo más concreto, quería una casa de exclusivamente dos pisos, ya que tres serian demasiados, para hacerse cargo de ellos y que todo estuviera limpio y presentable, además quería que existiera la posibilidad de poner un pequeño ascensor en un futuro, ya que para los padres de ella en un futuro sería mucho más cómodo ir a visitar a su querida hija. Además de eso, los baños debían ser sencillos, con ducha en vez de bañera, los cuartos amplios, uno de matrimonio, uno de invitados y uno para futuros pequeños inquilinos. Ambos deseaban una casa acogedora y medianamente grande, pero eso no significaba que quisieran una casa con grandes lujos, cosa que Pedrito no llego a entender.
Comenzó a proyectar la casa sin seguir muchas de las condiciones de la reciente pareja, se pensó que si una pareja tan joven era capaz de enfrentarse a una ventura como esta, era porque les rebosaba el dinero por las orejas, pero no se paró a pensar que los números que ellos habían hecho era para una casa normal, no grandes modernidades ni tecnologías súper avanzadas.
Una cosa si que respeto, la casa fueron dos pisos, pero además de eso parecía un proyecto totalmente diferente. Comenzó a hacer demasiadas habitaciones pequeñas en vez de tres hermosas y unas escaleras majestuosas olvidándose completamente del hueco para el ascensor. Además de eso le pareció que una ducha había pasado de moda, y era mucho mejor poner baños con bañeras de estas antiguas, que no están encajadas en el baño, preciosas, pero no contaba con los problemas que suelen provocar. Además en vez de hacer un salón medianamente grande se dedicó a hacer un sinfín de habitaciones cada una con una temática, muy bonitas, para verlas durante una semana, pero no para habitar en ellas. Además de todo esto, preparó una cocina con todas las nuevas tecnologías del mercado, cada una de las cuales no valía un riñón, sino riñón y medio. Y sin con todas esas pautas saltadas no fuera suficiente en el jardín preparó una piscina con cascada y jacuzzi sin reparar en los gastos y en el sitio ocupada por esta en vez de tranquila hierba.
Cuando les enseño el proyecto a los nuevos inquilinos estos se quejaron recordándole las condiciones que querían y que le habían propuesto al principio del proyecto. Este sin hacerles mucho caso les convenció de las ventajas de todas las modernidades, sin mencionarles en ningún momento todo lo que ascendía el presupuesto del nuevo proyecto.
La construcción comenzó, y tras unos plazos mucho más largos de lo que se había planeado la casa comenzó a tomar forma y finalmente llego a su fin. Una casa preciosa, desde luego la envidia de todo el vecindario contiguo, pero les costó una vez y media más de lo que habían pensado, lo que hizo que se tuvieran que hipotecar, algo que no era necesario en un principio. En vez de duchas más cómodas e higiénicas se encontraron con bañeras del siglo catapún, con un valor incalculable y una fragilidad extrema nada útil para una casa con niños. La diversidad de habitaciones cada una pintada de un color, no duraron así mas de tres meses, el blanco había sido el color elegido pero Pedrito pensó que eso era demasiado soso y tradicional, la casa no tenia hueco para el ascensor que querían en un futuro, lo que significó que la planta superior quedase restringida para personas mayores de 70 años. Pero todo esto no era lo único, el jardín con la majestuosa piscina tenía demasiados gastos, y no podían ponerla en marcha todos los veranos, solo podían resguardarse en el minúsculo porche al que Pedrito no había dedicado ni dos minutos, donde apenas cabía una mesa con cuatro sillas y al que retumbaban los cristalillos cuando corría una pizca de viento.
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