Freud Y Cervantes

UN GRAN PARALELO:

Miguel de Cervantes y Sigmund Freud

BenjamÐ"­n Rinn

29 de abril de 2005

ComposiciÐ"Ñ-n 2

UN GRAN PARALELO: Miguel de Cervantes y Sigmund Freud

"TeorÐ"­a Freudiano ofrece lo Ð"Ñ"nico modelo de leer que puede afirmar a causar un texto a hablar mÐ"ÐŽs que sabe."

--Peter Hulme

La historia del psicoanÐ"ÐŽlisis es muy compleja y llena de preguntas y controversia, y nadie estÐ"ÐŽ completamente seguro quien es el fundador principal porque muchas de las ideas llegaron al mismo tiempo. Sigmund Freud recibe mucho del crÐ"©dito por el comienzo y la implementaciÐ"Ñ-n del psicoanÐ"ÐŽlisis, pero siempre hay la posibilidad que sus ideas llegaron de un origen que no era completamente suyo. Considerando esto, muchas de las ideas que expresa Freud estÐ"ÐŽn evidentes en la literatura que llegÐ"Ñ- antes de su fama. Las dos partes de Don Quijote, por ejemplo, fueron realizadas en 1614, mÐ"ÐŽs de doscientos aÐ"±os antes del nacimiento de Freud. Entonces, hay una posibilidad de que Cervantes contribuyÐ"Ñ- a unas de las teorÐ"­as y pensamientos de Freud.

Sabemos por seguro que Freud leyÐ"Ñ- el Don Quijote de Cervantes y que lo le fascinÐ"Ñ-. Hay algunas partes distintas de la historia a cuales se puede relacionar los ensayos de Freud. AquÐ"­ centrarÐ"© en unas de sus teorÐ"­as mÐ"ÐŽs conocidas, y estas son: el inconsciente (incluyendo los sueÐ"±os) y la sublimaciÐ"Ñ-n. Estos tres temas, aunque estÐ"ÐŽn presentados separados, tienen muchÐ"­simo en comÐ"Ñ"n. A causa de eso, a veces la discusiÐ"Ñ-n parecerÐ"ÐŽ un poquito mezclado.

"Hay mÐ"ÐŽs personas que creen en los milagros de la Virgen Bendecida que creen en la existencia del inconsciente."

--Sigmund Freud

El inconsciente (o el subconsciente) refiere al aspecto o aspectos de la mente sobre que no estamos directamente conscientes . Por la mayorÐ"­a, la parte mÐ"ÐŽs importante del inconsciente es los sueÐ"±os. Siempre estamos fascinados con nuestros sueÐ"±os y queremos saber lo que significan. Los sueÐ"±os no incluyen solo lo que pasa cuando dormimos, pero tambiÐ"©n los pensamientos durante el dÐ"­a que nos separan de nuestro ambiente o, a algunas personas, nuestras confusiones entre lo real y lo imaginario.

La Ð"Ñ"ltima interpretaciÐ"Ñ-n es lo mÐ"ÐŽs obvia cuando consideramos las aventuras de Don Quijote. Parece que Ð"©l nunca para de confundirse de lo real y lo imaginario. Cada de sus aventuras contiene un aspecto casi loco: molinos de viento como gigantes, rebaÐ"±os de ovejas como ejÐ"©rcitos, y los galeotes como caballeros oprimidos.

Sin embargo, todavÐ"­a hay una referencia grandÐ"­simo en Don Quijote a los sueÐ"±os.

"Los sueÐ"±os mÐ"ÐŽs profundos son los que parecen mÐ"ÐŽs locos"

--Sigmund Freud

Durante la segunda parte de la historia, Don Quijote viaje a la Cueva de Montesinos. DespuÐ"©s de que sus amigos lo arrÐ"­an por la cueva, Don Quijote encuentra un espacio donde puede acostarse y dormirse. Mientras estÐ"ÐŽ dentro de la cueva, tiene un sueÐ"±o muy vivido en que mira a MerlÐ"­n, Montesinos, y Dulcinea en su forma encantada. Sus amigos lo levantan despuÐ"©s de treinta minutos y, al salir de la cueva, Don Quijote dice que estaba dentro de la cueva hace tres dÐ"­as y tres noches. TodavÐ"­a no sabemos por seguro si el sueÐ"±o de Don Quijote sea inventado o algo que realmente ocurriÐ"Ñ-. Freud dice que cuando dormimos, estamos menos resistente hacia el inconsciente y permitimos algunas cosas (de la forma simbÐ"Ñ-lica) a pasar a primera plana. Este es otra forma de la confusiÐ"Ñ-n entre lo real y lo imaginario: una confusiÐ"Ñ-n del espacio temporal.

Los grandes pensadores, como Freud, consideran estos episodios confundidos como una forma de represiÐ"Ñ-n, usualmente la represiÐ"Ñ-n sexual. Puede ser que hay un temor subyacente de las relaciones sexuales, que no son aceptados, o que simplemente son inasequibles. La relaciÐ"Ñ-n entre el sueÐ"±o de Don Quijote y la represiÐ"Ñ-n sexual empieza a ser evidente con una declaraciÐ"Ñ-n de Sancho Panza. Cuando Don Quijote regresa a la tierra de la cueva, Sancho dice "que ya pensÐ"ÐŽbamos que se quedaba allÐ"ÐŽ para casta." A mÐ"­ me parece que eso es lo que quiere Don Quijote en realidad. Ð"‰l acabo de ver a una forma de Dulcinea, todo que Don Quijote necesita hacer es pagar para liberarla, pero no tiene bastante dinero para hacerlo. Entonces, otra vez la mujer que quiere lo mÐ"ÐŽs estÐ"ÐŽ inasequible. (Como un tangente, este episodio tambiÐ"©n tiene