Subject of Psychology

EL SUJETO DEL PSICOANÐ"ЃLISIS

Manuel MontalbÐ"ÐŽn y Paloma Blanco

http://www.andalucialacaniana.com/textos/ex_pbmm.htm

IntroducciÐ"Ñ-n

Nietzsche ante la pregunta por el significado del nihilismo vaticina que serÐ"ÐŽ el relato de la historia en los dos siglos siguientes. En el horizonte de la filosofÐ"­a de la subjetividad moderna inaugurada por el pensamiento cartesiano, el nihilismo y la filosofÐ"­a de la voluntad derivada se alzan como cenit, consumaciÐ"Ñ-n lÐ"Ñ-gica de la propia dinÐ"ÐŽmica interna de la filosofÐ"­a europea. Pocos proyectos del pensamiento contemporÐ"ÐŽneo han escapado a las dinÐ"ÐŽmicas circulares de acciÐ"Ñ-n-reacciÐ"Ñ-n ante el vaticinio nihilista, tanto entre las filas del humanismo racionalista que aboga por una soluciÐ"Ñ-n “digna” y reconciliadora para la voluntad de poder a travÐ"©s de la ciencia, como en el reflejo postmoderno de negatividad bÐ"ÐŽsica frente a la aspiraciÐ"Ñ-n moderna de lo absoluto. Es en este escenario, y bajo estos augurios, que el psicoanÐ"ÐŽlisis cumple un siglo.

Escribe Nietzsche (en 1995) en sus fragmentos pÐ"Ñ-stumos,

Mis hipÐ"Ñ-tesis:

el sujeto como multiplicidad,

el dolor como algo intelectual y dependiente del juicio

“perjudicial”: como algo proyectado,

el efecto, siempre “inconsciente”: la “causa” inferida y

representada es proyectada, sigue en el tiempo,

el placer es una especie de dolor,

la Ð"Ñ"nica fuerza que hay es de igual especie que la de la

voluntad: un mandar a otros sujetos, que a

continuaciÐ"Ñ-n se modifican,

la constante transitoriedad y fugacidad del sujeto,

“alma mortal”,

el nÐ"Ñ"mero como forma perspectivista.

Los fragmentos pÐ"Ñ-stumos del autor fueron recogidos por su hermana y Peter Gast, con el tÐ"­tulo de La Voluntad de Poder. El apartado compuesto por los fragmentos numerados del 481 al 492 se titula concretamente La creencia en el “yo”. El sujeto. Hemos seguido la traducciÐ"Ñ-n ofrecida por SÐ"ÐŽnchez Pascual en el nÐ"Ñ"mero 23 de la revista ArchipiÐ"©lago. El sujeto y el fragmento se articulan en la filosofÐ"­a nihilista de Nietzsche: el sujeto no es otra cosa que la terminologÐ"­a de una creencia en la unidad, la ficciÐ"Ñ-n de que la recurrencia de estados iguales en nosotros son el efecto de la sustancia. El argumentatio cartesiano “algo es pensado: luego hay algo pensante” se interpreta desde la propia habituaciÐ"Ñ-n gramatical del ser hablante, que reserva un autor para un hacer. Pero el concepto de sustancia es consecuencia y no causa del concepto de sujeto. En la tendencia a igualar y subsanar la desigualdad original arribamos a un factum de una creencia muy fuerte, no a algo absolutamente cierto. AsÐ"­ los valores supremos se desvalorizan, donde comienza la ignorancia humana se colocan palabras como “yo”, “hacer” o “padecer”, lÐ"­neas a lo sumo del horizonte del conocimiento pero no “verdades”. Este tipo de valores de naturaleza suprasensible es incapaz ya de movilizar al hombre, se deja de “creer” en ellos. Pero su desvalorizaciÐ"Ñ-n no conlleva exclusivamente su ocaso, sino la ausencia de sustituciÐ"Ñ-n por otros valores alternativos. Desaparece asÐ"­ no sÐ"Ñ-lo su contenido sino tambiÐ"©n su objetividad, su validez, su obligaciÐ"Ñ-n. Como estado psicolÐ"Ñ-gico consecuente el nihilismo extiende el sentimiento de la pÐ"©rdida de sentido del mundo y la existencia. Esta es la respuesta subjetiva de afrontar una situaciÐ"Ñ-n histÐ"Ñ-rica de carÐ"ÐŽcter global y mÐ"Ñ"ltiples manifestaciones que no es un acontecimiento fortuito, sino mÐ"ÐŽs bien la consecuencia lÐ"Ñ-gica de la propia historia del pensamiento occidental asentado en la filosofÐ"­a griega y en el cristianismo, cuyos valores supremos de realidad real, unidad, verdad, abrigan igualmente una interna negatividad, una esencia nihilista. SÐ"Ñ-lo entonces adentrÐ"ÐŽndonos en sus orÐ"­genes y transitando el no ser de los valores encontraremos una posible salida amable del nihilismo.

La cuestiÐ"Ñ-n de la subjetividad

Pero esta salida, pensada bÐ"ÐŽsicamente en tÐ"©rminos de valor, no convencerÐ"ÐŽ a Heidegger. Bajo las ideas de voluntad de poder y valor, Nietzsche, aun rechazÐ"ÐŽndolos, queda atrapado en el cÐ"­rculo vicioso de los conceptos de la metafÐ"­sica. Lo que a primera vista podrÐ"­a parecer que representa una distorsiÐ"Ñ-n profunda del poder objetivizador de la subjetividad se nos devuelve como un querer crecer en la esencia de la subjetividad: la voluntad de poder es el sujeto o sustancia cuya actividad sienta las condiciones de lo que puede tener sentido o ser objeto. La voluntad de poder invade todo el espacio subjetivo a travÐ"©s de las condiciones de conservaciÐ"Ñ-n y aumento de la vida en su devenir. El mundo que nos rodea toma valor en tanto que ofrece objetos de apreciaciÐ"Ñ-n a la voluntad de poder. A travÐ"©s de estas operaciones se resitÐ"Ñ"an en el pensamiento de Nietzsche las condiciones bÐ"ÐŽsicas de la subjetividad moderna: referente fundamental de ser y fundamento de la experiencia de conciencia. Frente a ello Heidegger propone, lo que RodrÐ"­guez (1995) llamarÐ"ÐŽ, la “experiencia de la nada”. Y continÐ"Ñ"a desgranando RodrÐ"­guez las implicaciones de esta experiencia que parte del propio proyecto de la filosofÐ"­a subjetiva y muestra los lÐ"­mites y la negaciÐ"Ñ-n que ella oculta. AsÐ"­, cualquier anÐ"ÐŽlisis